BLOGGER TEMPLATES AND TWITTER BACKGROUNDS »
"Ojos, mirad por última vez, brazos, dad vuestro último abrazo, y labios, que sois puertas del aliento, sellad con legítimo beso un trato perpetuo con la ávida Muerte"

Romeo Y Julieta

Mike (L)

sábado, 4 de septiembre de 2010

Capítulo 9


Seguí aturdida durante bastante tiempo hasta que por fin acabé de asimilar todo lo ocurrido, porque todo pasó bastante rápido, te invade una rara sensación cuando te das cuenta de que todo puede cambiar en un segundo, puedes pasar de estar jugando a la guerra de comida con un amigo a estar besándole sin darte cuenta siquiera.

Me sentí bastante mal cuando él salió disparado por la puerta sin decir un misero "adiós", pero lo comprendí, sabía perfectamente que era algo que ni él ni yo habíamos planeado, un simple desliz, pero como siempre, mi estúpido cerebro comenzó a darle vueltas a todo, porque sí, era verdad, me había encantado el beso y porque en tres días me había enamorado de él, ya me había dado cuenta de todos los sentimientos que afloraban dentro de mí, también es cierto que no tenía ni idea de por qué me había besado, pero no quería darle más vueltas así que me fui a la destartalada ducha y me dí una larga, fría y relajante ducha, me sequé el pelo, me peiné, me maquillé y me vestí para salir a dar una vuelta, ya que aunque no había dormido en un día, en Francia era de día y aunque estaba un poco nublado y pareciese que iba a llover yo quería explorar todo el rústico y hermoso pueblecito en el que nos alojábamos.

No sabía que hacer, en mi mente sólo aparecía Michael y muchas preguntas, no sabía si ir a buscarle o dejarle pensar..."Oh ¡Qué diablos!", pensé, "Por pensar estoy así de mareada", cavilé unos instantes y decidí ir a buscarle, pregunté a el hombre mayor de recepción y me dijo que estaba en la "cafetería", por decirle algo a aquella sala llena de polvo, del hotel, fui a buscarle, y en efecto allí estaba, sentado tomando un café, me acerqué a él y me senté a su lado sin decir nada.

Pasaron cinco minutos de incomodo silencio hasta que él lo rompió.

-¿No estás enfadada conmigo?-preguntó tímidamente.

-¿Por qué debería estarlo?-le pregunté yo a él mientras le acariciaba el hombro.

-Bueno, yo, te he...Besado así de repente-contestó sonrojándose.

-Mike, si me enfadara por eso sería una total amargada ¿no crees?-le dije alegre para intentar animarle.

-Pero eso no estuvo nada bien, es decir, somos amigos y no sé, no está bien-explicó mientras revolvía su café con una cucharilla.

-No, Mike, no estaría bien si alguno de los dos tuviese pareja o si no nos conociésemos.

-Pero...

-Ni peros ni nada-le interrumpí-pero antes de zanjar este tema, dime, ¿por qué me besaste?.

-Yo...Eh...Es que...

En ese momento sonó un trueno fuera del hotel y yo emití un grito.

-¿Qué pasa?-preguntó él preocupado.

-Sé que suena estúpido, pero le tengo miedo a las tormentas-contesté agachando la cabeza.

-Pobrecita-dijo él conteniéndose la risa.

-No tiene gracia-le dije un poco aterrada.

-¿Quieres que subamos a la habitación?-preguntó extendiéndome su mano.

-Sí, por favor, necesito esconderme bajo unas sábanas-contesté cogiendo su mano.

-Qué infantil eres-insinuó.

-Mira quién fue a hablar-contesté a su insinuación mientras tiraba de él para subir las escaleras hacía nuestra habitación.

Michael se tocaba los bolsillos intentando cerciorar que tenía las llaves, hubo un momento en el que se paró y me miro con cara de "no me mates por favor".

-Antes de nada quiero que sepas que te aprecio mucho y que si me matas te arrepentirás de haberlo hecho al segundo-dijo mientras me miraba con ojos de cordero.

-¿Has perdido las llaves no?-le contesté llevándome las manos a la cintura.

-Un poco...

-Eres de lo que no hay, tienes suerte de tener una amiga como yo que pide copias de las llaves-dije mirándole de reojo mientras abría la habitación.

-Te pondré un altar en cuanto lleguemos a Neverland-explicó irónico.

-¿Sí?¿De verdad? Oh, qué bueno eres Mike-le dije en tono sarcástico.

Michael se acercó hacia mí, me cogió suavemente de la barbilla y presionó suavemente sus labios contra los míos.

-¿A qué juegas?-pregunté un poco confusa y enfadada.

-A nada, me apetecía besarte

-No hay quién te entienda, Mike, me besas, te ofendes y te largas y ahora me besas y dices que es que te apetecía hacerlo-dije apartándome de él.

-Te diré la verdad, no suelo hacer esto, pero tu eres especial, y me atraes y sé que yo te atraigo, todo esto va muy rápido, ya sabes, Neverland, la fiesta, el viaje, de verdad, no sé cómo demonios lo has hecho, pero en tan sólo tres miseros y cortos días te has ganado mi corazón con una sola sonrisa-dijo aprisionándome contra la pared.

-Me estás diciendo que...

-Sí, me he enamorado de ti-me interrumpió.

-Pero...¿Cómo? Si tú y yo y...Ay Dios.

-Cosas que pasan, una de mis frases favoritas es: "Nada puede destruir al amor",pero esta elección está en tus manos, Hayley...

-Yo...


...........................................................................................................................................................................


Siento que este capítulo sea corto, pero quería dejarlo aquí para que hubiese más intriga.

La cosa se pone interesante ¿verdad?

Gracias por comentar (L)






5 comentarios:

T. Mapplethorpe. dijo...

aaaaaah pero que emocion!! y q intriga por Dios!! vaya me encanta tu novela es muy linda ^^ sigue asi, el siguiente pronto!!

Butterflies dijo...

ahh me dejaste cn la intriga!! siguela xfaaass!!! espero el siguient acp

bye cuidate!

Sheila in the mirror dijo...

*_____________________________* ESCRIBE!!! xDD

Known as Vogue dijo...

ahhhhhhhhhhh o_O tu novela es o_O
me encanta, me gusta mucho, ah y tu capitulo tal vez sea corto, pero está genial y deja mucha intriga^^

Anónimo dijo...

Es real, o es un sueno.....